Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, carácter probado; y el carácter probado, esperanza

Romanos 5:3-4 (NBLA)

La primera prueba…

En el capítulo 1 de Daniel se nos presenta a sus amigos Sadrac, Mesac y Abed-Nego como hombres de buen parecer, instruidos, sabios e idóneos para estar en el palacio del rey Nabucodonosor, y también muy decididos a honrar a Dios y no contaminarse con la comida y bebida ofrecidas a los ídolos paganos.

Sin temor a las consecuencias, comieron vegetales y bebieron agua durante 10 días, Dios los guardó y dotó de conocimiento y sabiduría en letras y ciencias, además de gracia delante del rey.

La segunda prueba y más intensa…

En el capítulo 2, Nabucodonosor, enfurecido por no conocer el significado de su sueño, ordenó matar a todos los sabios. Sus vidas corrían peligro y, a solicitud de Daniel, intercedieron ante Dios para que pueda revelarle la interpretación del sueño. Y Dios respondió, el rey quedó complacido y los amigos fueron ascendidos a puestos administrativos.

La prueba definitiva…el fuego

En el capítulo 3, Nabucodonosor erigió una estatua de sí mismo y decretó que todos debían postrarse y adorar, quien se negara sería echado al horno de fuego ardiente. Los tres amigos no doblaron sus rodillas y reafirmaron ante el rey su fidelidad a Dios. Entonces, fueron arrojados al horno, 7 veces más caliente que lo usual, pero Dios estuvo con ellos preservando sus vidas y engrandeciendo Su Gran Nombre.

El fuego fue necesario para probar la autenticidad de su CARÁCTER, como los metales que se prueban para ver si son puros. Ellos demostraron tener un carácter verdadero y Dios fue glorificado.

¿Puedes identificarte con estos hombres de Dios?

La realidad es que todo el mundo sufre, pero las que caminamos con Dios no sufrimos solas, sufrimos con Cristo (Romanos 8:17) y siempre con un propósito divino (Romanos 8:28).

En Romanos 5:4 observamos que hay objetivo mayor para las tribulaciones que enfrentamos, y la perseverancia es el medio para ese fin: Carácter probado.

Esta frase proviene de la palabra griega “dokimē” (G1382), término usado para referirse a un metal que ha sido pasado por el fuego a fin de comprobar su autenticidad y eliminar todas las impurezas. La idea en este pasaje es que somos probadas y purificadas a través del fuego de la tribulación para ser aprobadas por nuestra autenticidad. 

El Léxico de Bauer dice sobre esto: “Cuando pasas por la tribulación, y tu fe es probada, y si perseveras, lo que obtienes es una maravillosa sensación de autenticidad. Tienes la «prueba» de que tu fe es real porque ha sido probada y ha resistido la prueba”.

El sufrimiento construye un carácter como el de Cristo, un carácter que ha sido probado y ha recibido el sello de aprobación de Dios. Ese es el fin.

¿No es eso el objetivo de Dios en nuestras vidas? ¿Conformarnos a la imagen de Su Hijo, Jesucristo? (Romanos 8:29).

Durante el fuego de la tribulación Dios remueve las impurezas de nuestro corazón, purifica nuestra fe arrancando las raíces superficiales y contaminadas y poniendo raíces más profundas y puras. Y como Job podremos decir: “De oídas te había oído; Mas ahora mis ojos te ven” (Job 42:5).

Y el carácter probado, esperanza”… salimos del horno más confiadas y seguras de la esperanza de la gloria eterna con Él.

Amiga, si hoy estás sintiendo las llamas ardientes a tu alrededor, ¡resiste! En la mente y, sobretodo, en el corazón de Dios, hay algo más que tal vez hoy no puedas verlo, pero, sin duda, encaja perfectamente con Su voluntad para ti.

Hubo un cuarto “hombre” con Sadrac, Mesac y Abed-Nego, fue Dios mismo, y Él también está con nosotras…aún en el fuego más intenso.

 

Oremos:

Amado Padre, derramamos nuestro corazón ante Ti dando gracias por Tu cuidado y porque obras en nuestra vida usando todo para nuestro bien. Te rogamos que nos ayudes a perseverar en nuestras circunstancias porque realmente queremos que nuestra fe sea auténtica y traiga gloria a Tu Nombre.

 

Versículo para meditar:

Santiago 1:2-4 Tengan por sumo gozo, hermanos míos, cuando se hallen en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de su fe produce paciencia, y que la paciencia tenga su perfecto resultado, para que sean perfectos y completos, sin que nada les falte. (NBLA)

 

Para reflexionar:

¿Puedes recordar pruebas pasadas y ver como tu fe fue fortalecida al ver la mano de Dios? ¿Estás decidida a permanecer con perseverancia en el fuego de la prueba? Oramos para que nuestro carácter sea aprobado y que Dios se glorificado.

Nos encantaría que compartieras tus pensamientos en los comentarios.