“Concibió otra vez, y dio a luz un hijo, y dijo: Esta vez alabaré a Jehová; por esto llamó su nombre Judá; y dejó de dar a luz”

Génesis 29:35 (RVR1960)

“Ella” fue menospreciada por su apariencia física. Fue usada por su padre. Fue menospreciada por su esposo. Fue menospreciada por su hermana.

Su esposo se casó con “ella” creyendo que era su amada y por la que había trabajado 7 años. Al día siguiente se sintió tan decepcionado al verla y reclamó al suegro por el engaño. Una semana después el esposo se casó con su amada.

¿Y qué hizo “ella”?  Trato de “ganarse el amor y aceptación” de su esposo, hasta que se dio cuenta que ya era amada, aceptada y favorecida por el Único capaz de llenarlo todo.

No es una historia de ficción, es la historia de Lea (Génesis 29), una historia que se repite hasta hoy.

Miro atrás en mi propia vida y me identifico con Lea. Me sentí menospreciada lo que me llevó a buscar incansablemente la aprobación y el amor, intento tras intento, error tras error, dolor tras dolor hasta que finalmente Dios abrió mis ojos.

Pero ¿Qué es el menosprecio? Se define como “la actitud negativa, frente a una cosa o persona, consistente en concederles menor valor o importancia del que merecen”, “acto de tener en poco”, “relegar”, “rechazar” y “humillar”.

¿Y qué hizo Dios POR Lea?

  1. Dios no olvidó ni relegó a Lea: “Y vio Jehová que Lea era menospreciada, y le dio hijos” (V31, RVR1960).
  2. Dios vio su aflicción: “Y concibió Lea, y dio a luz un hijo, y llamó su nombre Rubén, porque dijo: Ha mirado Jehová mi aflicción; ahora, por tanto, me amará mi marido” (V32, RVR1960).
  3. Dios oyó cuando era despreciada: «Concibió otra vez, y dio a luz un hijo, y dijo: Por cuanto oyó Jehová que yo era menospreciada, me ha dado también este. Y llamó su nombre Simeón” (v33, RVR1960).
  4. Dios siguió bendiciendo su vida, aunque seguía poniendo su esperanza en alguien más:“Y concibió otra vez, y dio a luz un hijo, y dijo: Ahora esta vez se unirá mi marido conmigo, porque le he dado a luz tres hijos; por tanto, llamó su nombre Leví” (Génesis 29:34, RVR1960).

¿Y que hizo Dios EN Lea?

En palabras de T. Keller: “Finalmente, el texto dice que concibió por cuarta vez, y cuando dio a luz a Judá, dijo: «¡Esta vez!» ¿No es eso desafiante? Es totalmente diferente; no se menciona al esposo, no se menciona al hijo. Es un gran avance. Ella dice: «Esta vez alabaré al Señor» (V35). En ese momento, finalmente se despoja de las esperanzas más profundas de su corazón puestas en su esposo y sus hijos, y las pone en el Señor”.

Dios abrió los ojos del corazón de Lea para que comprendiera que su búsqueda incansable de amor, valor y aceptación en las personas siempre sería infructuosa. El salvador de la prisión en la que se encontraba no era su esposo o sus hijos, era Dios mismo.

Lea dejó de poner los ojos en las personas y puso los ojos en el Dios Suficiente, que todo lo llena. Y lo alabó.

¿Y que hizo Dios A TRAVÉS de Lea?

La vida de Lea tenía un propósito invalorable para Dios, fue a través del linaje de Judá, su cuarto hijo, que vino nuestro Salvador Jesús a esta tierra.

Amiga, ¿esta historia refleja algo en tu vida? Si es así, renuncia a esa búsqueda inútil y mira que te está señalando Dios a través de estas Escrituras.

 

Oremos:

 

Querido Padre, reconocemos que nuestra mayor necesidad eres Tú, el Único capaz de satisfacer y llenar los vacíos más profundos de nuestra alma. Ayúdanos a volver a Ti cada vez que intentamos buscar en otro lado lo que solo Tú nos puedes dar.  En el Nombre de Jesús. Amén.

 

 

Versículos para meditar:

 

Isaías 49:15, ¿Puede una mujer olvidar a su niño de pecho, Sin compadecerse del hijo de sus entrañas? Aunque ella se olvidara, Yo no te olvidaré. (NBLA)

Juan 4:13-14, Jesús le respondió: «Todo el que beba de esta agua volverá a tener sed, pero el que beba del agua que Yo le daré, no tendrá sed jamás, sino que el agua que Yo le daré se convertirá en él en una fuente de agua que brota para vida eterna». (NBLA)

 

 

 

Para reflexionar:

 

¿Con qué o quién estás intentando llenar los vacíos de tu corazón? ¿Crees que Dios es suficiente en tu vida? ¿Puedes ver las huellas de Su amor hoy? Nos encantaría que compartieras tus pensamientos en los comentarios.