Está claro: «somos muy vulnerables al temor y la duda», desde luego que nunca será sencillo lidiar con ellas, y la solución divina para convertirnos en creyentes estables serán las adversidades:

«La adversidad sirve para conformarnos a la imagen de Cristo y se convierte en un puente para profundizar nuestra relación con Él» C. Stanley

A menudo, esas emociones se volverán en obstáculos a lo largo de nuestro viaje hacia la madurez ya que jugarán un papel determinante en la manera cómo respondemos. Algunas veces, nos quedaremos paralizadas, otras veces, nos apresuraremos en reaccionar y, hay que añadir que, en ciertas ocasiones, podríamos retroceder en lugar de avanzar.

¿Pero cómo quiere Dios que reaccionemos ante la adversidad?

En el 2 libro de Crónicas capítulo 20 encontramos la historia del rey Josafat que nos enseña a cómo reaccionar ante en la crisis; su vida y la de todo el pueblo corrían peligro, fue entonces cuando aprendió a confiar únicamente en Dios.

1.Cuando la adversidad llega a nuestras vidas

“Y acudieron algunos y dieron aviso a Josafat, diciendo: Contra ti viene una gran multitud del otro lado del mar, y de Siria; y he aquí están en Hazezon-tamar, que es En-gadi” (V2, RVR1960)

Un día Josafat fue sacudido cuando llegaron noticias alarmantes: Una alianza de tres naciones vecinas y enemigas estaban a unos 24 km al sur de Jerusalén, en la orilla occidental del mar Muerto. El gran número de combatientes podrían derrotar fácilmente al ejército de Judá y despojarlo de sus riquezas.

Dios tenía un propósito en la vida de Josafat y utilizó una amenaza de guerra inminente como el medio para lograrlo.

¿Qué está usando en tu vida ahora mismo?

«Podemos tener confianza en tiempos de crisis si dejamos que nuestra gran necesidad nos impulse a la oración y a la fe en nuestro gran Dios» S. Cole

2.Las primeras reacciones ante la adversidad: temor y duda

“Entonces él tuvo temor… no sabemos qué hacer, y a ti volvemos nuestros ojos” (V3a, 12c; RVR1960)

Josafat no ocultó su pánico ni su incapacidad para hallar la solución. La verdad es que no tenía muchas opciones, pudo rendirse sin pelear, o intentar negociar, o recurrir a sus mejores guerreros para diseñar una contraofensiva o, tal vez, pudo culpar a Dios por “permitir” semejante atrocidad contra Su pueblo, no obstante, no dejó que el temor y la duda repercutan en su reacción.

Si nos ponemos en los zapatos de Josafat, líder de un pueblo, es natural sentir temor y dudas sobre cómo actuar para llegar a una solución que no impacte negativamente su vida y de las personas.

El negarnos a aceptar lo que sentimos es un orgullo disfrazado, el ser vulnerables ante Dios nos ayuda a depender más de Él.

3.La humildad y la búsqueda de Dios a través de la oración nos ayudan a lidiar con la adversidad y las emociones

“Josafat humilló su rostro para consultar a Jehová” (V3b, RVR1960)

Ahora bien, cuando llega la adversidad podemos apoyarnos en nuestro entendimiento, orar a Dios pidiendo por un rescate o alivio rápido u orar para que bendiga nuestras “soluciones”.

Josafat, por el contrario, admitió abiertamente su debilidad, llamó al pueblo a ayunar e invocó a Dios. No sucumbió a sus emociones, más bien, utilizó un arma poderosa: una oración saturada de las Escrituras que engrandeció a Dios, no a la adversidad, y que manifestó su gran necesidad de ayuda.

Ser conscientes de nuestra necesidad debe de llevarnos de rodillas al trono de gracia en señal de humildad y de una búsqueda de Dios. Las pruebas nos deben dirigir a buscar a Dios, porque es a Él a quien más necesitamos; nuestra ayuda en momentos de angustia.

«En su oración él reconoció la soberanía de Dios (V6), el pacto de Dios con Abraham (V7), la presencia de Dios (V8,9), la bondad de Dios (V10), la posesión de Dios (V11), y su una dependencia total de Dios (V12)» MacArthur

4.Las respuestas de Dios siempre nos librarán del temor, la duda y la adversidad

“Jehová os dice así: No temáis ni os amedrentéis delante de esta multitud tan grande, porque no es vuestra la guerra, sino de Dios.. paraos, estad quietos, y ved la salvación de Jehová con vosotros” (V15b, 17b; RVR1960)

La respuesta de Dios llegó por medio del levita Jahaziel: Josafat y el pueblo fueron libres del temor porque Dios pelearía esa batalla y la ganaría, su única responsabilidad sería obedecer y confiar en Su Palabra.

Al día siguiente, los enemigos fueron destruidos mientras el pueblo adoraba y alababa a Dios.

Amiga, tal vez, el mundo ha establecido ciertas ideas o patrones a seguir frente a una adversidad, sin embargo, tenemos que creer que es el puente necesario a cruzar para los propósitos de Dios y debemos esforzarnos a obedecer la guía establecida en la Palabra.

«Los momentos sombríos durarán solo el tiempo necesario para que Él lleve a cabo Su propósito en nosotros» C. Stanley

 

Oremos:

Querido Padre, te pedimos perdón por las ocasiones en que hemos reaccionado con temor y duda sin recurrir a Ti. Perdónanos si el orgullo o la autosuficiencia nos han impedido crecer a la imagen de Cristo. Ayúdanos a responder a la adversidad como está escrito en Tu Palabra. En el Nombre de Jesús. Amén. 

 

Versículo para meditar:

Santiago 1:2-4Tengan por sumo gozo, hermanos míos, cuando se hallen en diversas pruebas,  sabiendo que la prueba de su fe produce paciencia, y que la paciencia tenga su perfecto resultado, para que sean perfectos y completos, sin que nada les falte. (NBLA)

 

Para reflexionar:

¿Cómo podemos confiar en Dios cuando sentimos que la adversidad está más allá de nuestras fuerzas o capacidad? ¿Qué te impide confiar en Dios así como Josafat lo hizo?

Nos encantaría que compartieras tus pensamientos en los comentarios.