Así pues, Pedro era custodiado en la cárcel, pero la iglesia hacía oración ferviente a Dios por él. Esa misma noche, cuando Herodes estaba a punto de venir a buscarlo, Pedro estaba durmiendo entre dos soldados, sujeto con dos cadenas; y unos guardias delante de la puerta custodiaban la cárcel. (Hechos 12:5-6, NBLA)

A lo largo de su ministerio como Apóstol y mientras trabajaba con denuedo en la predicación del evangelio, Pedro experimentó diversas pruebas como encarcelamientos, amenazas y golpizas, y al mismo tiempo, el cuidado y respaldo de Dios.

Indudablemente Pedro, influenciado por el Espíritu Santo y capacitado por sus vivencias personales, pudo escribir estas conocidas palabras con profunda convicción: “echando toda su ansiedad sobre Él, porque Él tiene cuidado de ustedes” (1 Pedro 5:7, NBLA).

Precisamente es en Hechos 12 dónde encontramos a Herodes Agripa ordenando el asesinato de Jacobo y el inmediato arresto de Pedro.

A efectos de evitar una posible “fuga”, cuatro soldados cuidaban de Pedro, dos en el interior (encadenados a él) y dos en el exterior. Usualmente, sólo una muñeca del prisionero solía estar encadenada a la muñeca de un guardia, pero en el caso de Pedro parece estar encadenado a dos guardias.

Podríamos esperar que Pedro, después de ser testigo de una muerte injusta, temía enfrentar el mismo final o estar ansioso y estresado preguntándose como salir de esa situación, no obstante, “estaba durmiendo entre dos soldados”.

A pesar de sus terribles circunstancias y de la posibilidad de ser ejecutado a la mañana siguiente, Pedro dormía tan profundamente que un ángel tuvo que tocarlo para levantarlo (V7).

Hago una pausa aquí y pregunto: ¿Cómo hubiéramos reaccionado? Tal vez, no estamos en una cárcel física encadenadas a dos soldados, pero si estamos en medio de situaciones inesperadas e inciertas que nos oprimen y afligen al punto que no ejercemos dominio propio para controlar nuestras emociones o dejamos de recurrir a la espada del Espíritu, la Palabra, para confrontar los pensamientos agobiantes.

Ni hablar de dormir…

¿Cómo logró descansar Pedro?

El teólogo W. MacDonald sugiere que:

«Pedro estaba tan tranquilo porque probablemente recordaba la promesa del Señor de que viviría hasta ser anciano (Juan 21:18), y por eso sabía que Herodes no podría matarlo prematuramente».

Asimismo, el profesor J. Polhill respecto a esto dice:

«Que Pedro pudiera dormir tan profundamente la noche anterior a su juicio es quizás indicativo de su apacible confianza que estaba en manos de Dios».

Así que podríamos afirmar que, si como creyentes aprendemos a confiar verdaderamente en las promesas de Dios y recordamos Su intervención y cuidado a lo largo de nuestras vidas, podremos descansar y, hasta dormir profundamente.

Pero hay algo más…

Ciertamente, la respuesta de Pedro evidencia que realmente era un hombre transformado por la gracia de Dios y la obra del Espíritu. No era el mismo Pedro de años atrás: impulsivo, temeroso, orgulloso. No estaba frenéticamente ansioso, sino durmiendo tranquilamente. No estaba ideando un plan de huida, sino descansando profundamente.

Por lo tanto, podemos además sugerir que Pedro era un hombre lleno del Espíritu, es decir, controlado por el Espíritu Santo y no su carne:

«Estar lleno del Espíritu Santo significa que estás continuamente rindiendo tu voluntad, mente, cuerpo, tiempo, talentos y bienes – cada área de tu vida – a Su control. Ser lleno del Espíritu significa que la balanza se inclina de manera total en favor del Espíritu Santo. La persona que está llena del Espíritu y que lleva el fruto del Espíritu es la persona que pertenece a Cristo y que ha «crucificado la carne con sus pasiones y deseos”» John MacArthur

Es un hecho que los seres humanos estamos totalmente dominados y guiados por las emociones, impulsos y pensamientos, pero como creyentes se nos ordena someternos al control total del Espíritu Santo: “Y no se embriaguen con vino, en lo cual hay disolución, sino sean llenos del Espíritu” (Efesios 5:18, NBLA). De este modo nuestra voluntad estará bajo Su influencia; ya no actuaremos como solíamos hacerlo siguiendo los patrones de este mundo o los deseos del corazón.

¿Cómo podemos someternos al Espíritu Santo?

«Debemos llenar nuestras mentes de la Palabra de Dios, inspirada por el Espíritu, de modo que esta controle cada vez más nuestros pensamientos y nuestras acciones. Noten algo interesante en Col. 3:16. Allí Pablo nos dice que la palabra de Cristo debe morar abundantemente en nosotros. Pero lo interesante de este texto es que los frutos que Pablo menciona como resultado de esa llenura de la Palabra en Col. 3 son los mismos que se mencionan en Ef. 5 como resultado de la llenura del Espíritu. En la medida en que la Palabra de Cristo nos llena, Sus pensamientos vienen a ser los nuestros, Sus estándares nuestros estándares y Su voluntad nuestra voluntad..» S. Michelén

Amiga, con ayuda de la Palabra, que es más cortante que una espada de dos filos, vamos a poder vaciarnos cada vez más de nosotras mismas despojándonos del peso y pecado que nos asedia, logrando así que el Espíritu Santo gobierne y tome control de todo nuestro ser.  

Sólo así, como Pedro, seremos capaces de responder a las pruebas como Dios desea: confiando en Sus promesas y cuidado y descansando sabiendo que estamos en Sus amorosas manos.

 

 

 

 

Oremos:

Querido Padre, perdónanos porque muchas veces vivimos conforme a la carne y no al Espíritu ocasionando que respondamos de manera incorrecta a las pruebas que pones en nuestras vidas. Ayúdanos a que Tu Palabra cada día transforme nuestro corazón para que seas Tú el que reine y no nosotras . En el nombre de Jesús. Amén. 

 

Versículo para meditar:

Salmos 3:5 Yo me acosté y dormí, y desperté, porque Jehová me sustentaba (RVR1960)

 

Para reflexionar:

Tal vez, estás hoy en medio de una prueba que ha originado una crisis de ansiedad y temor es por eso que oramos que el Espíritu Santo use la Palabra de Dios para traer convicción de pecado y sumisión. Luego, confiamos que esa misma Palabra traerá Sus promesas a tu mente y paz a tu corazón.

Nos encantaría que compartieras tus pensamientos en los comentarios.