«Al de firme propósito guardarás en perfecta paz, Porque en Ti confía»

(Isaías 26:3, NBLA)

Paz. Todos la quieren, pero no todos la tienen.

Para el mundo es la ausencia de lo que los aflige o turba. Algo imposible. Para ellos solo existen momentos de tranquilidad, descanso temporal o quietud superficial.

Pero los cristianos si la poseemos: estamos en paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo (Romanos 5:1), tenemos al Señor de paz que nos da Su paz (2 Tesalonicenses 3:16) y recibimos uno de los frutos del Espíritu que es paz (Gálatas 5:22).

Sin embargo, en este lado de la eternidad, ¿no vivimos constantemente con ausencia de paz? Las luchas interminables contra la inseguridad, desesperanza, enfermedad, temor, ansiedad, preocupación nos hacen olvidar el regalo que el Señor Jesús nos otorgó antes de volver a Su trono celestial: “La paz les dejo, Mi paz les doy; no se la doy a ustedes como el mundo la da. No se turbe su corazón ni tenga miedo” (Juan 14:27, NBLA)

¿En qué circunstancias necesitas paz hoy? ¿Hay alguna situación fuera de control en tu vida? Probablemente hay muchas respuestas afirmativas y me incluyo.

Del versículo clave de hoy podemos extraer lecciones a aplicar en nuestro diario vivir, como bien detalla el pastor Swindoll: “Esto no es una mera letra impresa de una página de la Biblia. Es un principio bíblico que funciona en las trincheras de la vida. Pide ser aplicado. Se extiende desde la página con brazos largos y manos que se estiran, diciendo: «Tómame. Soy tuyo, cristiano, por favor tómame…”

1. La condición requerida

«Firme propósito» es una construcción particular en el hebreo que transmite lo siguiente: «Un estado mental que está recibiendo soporte al apoyarse y, por lo tanto, está siendo sostenido».

Para que nuestras vidas sean firmes y estables tenemos que aferrarnos a un punto de apoyo externo, mirar a un punto de referencia inamovible que definitivamente no es lo fugaz de este mundo sino únicamente el Dios inmutable.

¿Y puede Dios sostenernos? Sí; el versículo 4 afirma: “Porque en Dios el Señor, tenemos una Roca eterna”

“Es justo preguntar a los discípulos de Jesucristo: ¿Qué sostiene tu mente? ¿En qué pones tu mente? ¿Qué mantiene tu mente? ¿En qué se mantiene firme tu mente? ¿En qué está establecida tu mente? ¿En qué se apoya tu mente? Para tener esta perfecta paz, tu mente no puede acercarse al Señor y apoyarse en él ocasionalmente; tiene que perseverar en Él” (Guzik)

2. ¿Cómo logramos tener ese firme propósito?

«Porque en Ti confía», confía en el hebreo original es bāṭaḥ (H982) que tiene un significado muy pintoresco: «Echarse sobre el rostro».

“La idea aquí es que abandonas todas las demás muletas en las que podrías apoyarte, y depositas toda tu ansiedad, todo tu ser y todas tus circunstancias en el único que puede sostenerte. Es la idea de apoyarse en algo que será perpetuamente de apoyo, lo suficientemente sólido como para sostener tu peso” (C.Swindoll).

Si nos apoyamos en Dios por simple confianza, entonces tendremos Su serena inmutabilidad.

3. La recompensa de parte de Dios.

«Guardarás» proviene del hebreo nāṣar (H5341) que significa «preservar, proteger, cuidar, vigilar». Él nos guardará en la hora de la tentación, nos guardará de caer, guardará nuestros corazones y mentes en Cristo Jesús.

«En perfecta paz», en hebreo, es en realidad shalom (H7965) shalom(H7965). La repetición comunica intensidad y profundidad. “Así que aquí la idea es de una seguridad sin fin, una sensación de descanso y calma ininterrumpidos y perpetuos. No proviene de un ser humano, según el profeta, procede del Dios en quien la persona se apoya” (C.Swindoll).

Amiga, si confiamos en Dios, estaremos firmes y seremos recompensadas por Él con Su paz profunda y constante que no dependerá de los conflictos o las penas sino de Su presencia misma. La mente que se adhiere, apoya y se sostiene en Dios es la que Él guardará y dará calma aún en los días o temporadas más agitadas.

Y la confianza viene por el conocimiento del Altísimo a quien encontramos a lo largo de las Escrituras.

 

Oremos:

Querido Padre, ayúdanos a conocerte a través de las Escrituras para que nuestra confianza en Ti aumente cada día, ya que, solo así estaremos firmes y tendremos paz que sobrepasa todo entendimiento. En el Nombre de Jesús. Amén. 

 

 

 

Versículo para meditar:

2 Tesalonicenses 3:16 Que el mismo Señor de paz siempre les conceda paz en todas las circunstancias. El Señor sea con todos ustedes. (NBLA)

 

Para reflexionar:

“La verdadera firmeza y solidez de un carácter humano vienen más segura y plenamente a través de la confianza en Dios que por cualquier otro medio..” (A. MacLaren)

¿Qué te está robando la paz hoy? Entrégalo a Dios en oración, confía en Sus poderosas manos y recibe Su paz.

Nos encantaría que compartieras tus pensamientos en los comentarios.